Cualquier piedra y hoyo en el camino es un obstaculo para Jesús, que camina muy herido, derramando mucha sangre, con la vista nublada. De esta forma, cae por tercera vez, dicendi y proclamando en que pesan mucho nuestros pecados.
Reflexion: Nuestros pecados son tan graves, que ni jesús, dios en la tierra, puede soportarlos.
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