Una mujer, llamada Verónica, tiene compasión de Jesús, viendo su maltratado, lleno de sangre y sudor. Quiere aliviarlo un poco enjugándole la cara con un paño limpio, en el paño queda marcado el rostro de Jesús.
Reflexión: Nosotros pensamos que lo que hizo la mujer hizo el bien con su acto, pensó en jesus y lo ayudo, al quedar el rostro marcado fue algo tan impresionante para todos, me ilusione mucho, y quedamos asombrados.
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